DIMENSIONAMIENTO DE ALMACENES


Suelen coincidir los expertos en que el tamaño es tal vez el factor más importante en el diseño de una instalación de almacenamiento, y por ende una de las decisiones más críticas que debe asumir la gestión de almacenes. Una vez se determine el tamaño de un almacén, este tamaño se convierte en una restricción sobre las operaciones que se ejecuten en el mismo, ya sea que limiten el espacio de almacenaje o limiten el espacio destinado para desplazamientos y/o acondicionamientos. 

Realizar una modificación en el diseño y layout interior del almacén es relativamente sencillo, comparado con una modificación que afecte la dimensión externa de la locación.

 

El tamaño de un almacén hace referencia al volumen general de la locación en función de las tres dimensiones correspondientes. Determinar el volumen necesario en un almacén es una tarea compleja debido a la multiplicidad de factores que inciden en la decisión del tamaño, factores como volúmenes actuales y previstos en cuanto a referencias, ubicaciones necesarias, tipología de embalajes, tipología de artículos por sus condiciones de almacenamiento (peso, volumen, temperatura requerida, lotes y trazabilidad, etc)…, cuál es la rotación dentro de estas tipologías, códigos de construcción local, requerimientos de espacio para pasillos; oficinas y zonas auxiliares. Además es sumamente importante el análisis de los valores de la actividad media, mínima y máxima.

 

Una de las decisiones trascendentales que enfrenta una Gestión de Almacenes determina si se asumirá la gestión propia, la subcontratación o si se hará un proceso mixto de custodia respecto al almacenamiento de unidades. Para efectuar dicho análisis es imperativo abordar un estudio de dimensionamiento del almacén, dado que dicho estudio proporcionará información sumamente relevante respecto a las necesidades de espacio y la incidencia de los costos en el proceso logístico de almacenar.